Características de las relaciones saludables
No todas las relaciones tienen el mismo peso en nuestras vidas. Algunas relaciones son sólo circunstanciales (con algunos compañeros del colegio o colegas del trabajo), otras son necesarias (con algunos miembros de la familia política o algunos padres de la escuela de tus hijos). Sin embargo, hay un tipo de relación que, sin importar su origen, se vuelve fundamental: la que se da con personas que nos “nutren” y nos hacen ser mejores en su compañía. Hablemos hoy de relaciones saludables.
Tener relaciones profundas se vuelve más difícil con los años, y cuando esas personas salen de nuestras vidas dejan un gran vacío. Por lo tanto, es bueno conocer algunos conceptos básicos inspirados en la sabiduría de Jim Rohn, autor y experto en motivación, que gobiernan la mayoría de las relaciones humanas. Éstos nos pueden ayudar a construir relaciones significativas, plenas, enriquecedoras y duraderas en la vida y en el trabajo.
Aquí tres características de las relaciones saludables:
1. Las relaciones saludables son una elección que haces y reafirmas de manera constante
De acuerdo al British Medical Journal: “La felicidad de las personas depende en gran medida de la felicidad de las personas con las que están conectadas”. Como seres humanos, gracias a nuestras neuronas espejo, mimetizamos los ambientes a los que estamos expuestos. Por eso es importante que cuando fortalezcas tu red de soporte, pienses en quién te inspira y te aporta. Ninguna relación es igual a otra, pero todas se basan en un principio de reciprocidad. Debido a esto, también es importante pensar cómo te estás presentando tú en cada interacción. Piensa en qué esfuerzos haces por darle mantenimiento a tus relaciones y por devolver lo que recibes.
2. Se basan en la contribución y la autenticidad
Cómo dijo Zig Ziglar: “Tú puedes tener todo lo que desees en la vida, siempre y cuando ayudes lo suficiente a los demás a obtener lo que desean en la vida”. Aportar valor a la vida de los demás siempre sumará a tus niveles de satisfacción. Esto sucede cuando te interesas genuinamente por los retos y sueños de los demás. También cuando los escuchas y compartes tu perspectiva y das un buen consejo cuando te lo piden. Estas son bases de relaciones saludables.
La ciencia nos dice que a la larga tiene mayor impacto cómo nos conectamos y acompañamos en los momentos positivos que en los negativos. Por eso, si las personas encuentran en ti auténtica energía positiva, se sienten en libertad de ser ellos mismos y encuentran palabras de aliento y empoderamiento para sus proyectos, puedes estar seguro de que la gente siempre gravitará a tu alrededor.
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3. Las relaciones saludables logran una comunicación honesta con paciencia y aceptación
Cuando las cosas van bien, es más fácil expresar lo que sientes, decir lo que piensas y escuchar sin juzgar al otro. Esto siempre fortalecerá los lazos en una relación, ya sea para construirla al principio o para fortalecerla con el paso de los años. Lo difícil es cuando hay problemas, porque es cuando la mayoría de las personas optan por abandonar las relaciones. Por eso es importante encontrar el coraje de aprender a pedir lo que se necesita y trabajar los conflictos de manera leal y directa. También es importante aprender a perdonar y a dar segundas oportunidades.
Las malas rachas siempre se van a dar en todas las relaciones saludables porque los seres humanos no somos “perfectos”, y tenemos nuestro lado brillante y nuestro lado oscuro. Pero como sucede con los jardines japoneses que son hermosos no porque sus piedras sean “perfectas”, sino porque giran cada piedra con paciencia buscando el mejor ángulo, y eso… es lo que prevalece en la suma de las cosas.
Fuente: Jim Rohn- Success Magazine – 8 traits of healthy relationships.
