¿Cuál es el secreto de las relaciones positivas?
La razón principal por la cual las parejas buscan ayuda externa es porque viven una ruptura en la comunicación. La mayoría de nosotros creemos que lo más importante en las relaciones positivas es desarrollar la habilidad para hablar constructivamente mientras afrontamos las situaciones negativas como los celos, el estrés, el conflicto o la crítica.
Pero lo que resulta sorprendente, es que las parejas no prestan mucha atención a cómo se comunican cuando las cosas van bien. Enfatizar lo positivo de manera recurrente puede fortalecer e incrementar la calidad de una relación.
Una de las contribuciones más importantes de las investigaciones que se han realizado en Psicología Positiva es exactamente ese punto. Los estudios sugieren que nuestra habilidad para responder “entusiastamente” a las buenas noticias en una relación (no sólo de pareja, con los hijos, colegas, amigas, etcétera), es más importante que el cómo nos comunicamos durante los malos tiempos cuando se fomentan relaciones positivas.
La investigadora Shelley Gable y sus colegas han identificado 4 estilos principales para responder a las buenas noticias en una relación:
1. PASIVO-CONSTRUCTIVO
Es cuando compartes: “hoy me promovieron”, y la otra persona responde a las noticias de una manera apagada y sin entusiasmo, diciendo algo como, “que bueno, ¿qué vamos a cenar, eh?”
Este tipo de conversación se caracteriza porque hay reconocimiento, pero muy débil. No se pregunta por los detalles, no se discute lo importante, la voz es monótona y no se expresa ninguna emoción.
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2. PASIVO-DESTRUCTIVO: Enemigo de las relaciones positivas
Es cuando se responde cambiando el tema o enfocando la conversación hacia ti. Mismo ejemplo: “hoy me promovieron”, y la otra persona dice: “yo tuve un día terrible, se me quedaron las llaves en el coche y luego me mordió un perro”.
Se caracteriza porque no hay respuesta, ni validación de lo que acaba de decir la otra persona, no hay reconocimiento, la emoción es neutral y a veces hasta se voltea, se da la espalda o se deja la habitación.
3. ACTIVO-DESTRUCTIVO: Obstáculo para las relaciones positivas
Es cuando se da una respuesta negativa notoria, que termina por “aplastar” las buenas noticias. “Hoy me promovieron”, y el otro responde algo como: “Ay no! ahora tendrás que ir a la otra oficina, habrá más tráfico, tendrás más trabajo y saldrás más tarde”.
Se caracteriza porque se resalta la parte negativa del evento, no se reconoce positivamente y a veces hasta se manifiestan emociones negativas con el lenguaje corporal (se frunce el ceño, se tuerce la boca, se suspira).
4. ACTIVO-CONSTRUCTIVO:
Se responde con un claro nivel de energía, entusiasmo y apoyo. Se dice algo como: “¡Felicidades!, que buenas noticias, cuéntame, ¿cómo pasó? ¿Cómo lo lograste?
Se caracteriza porque se expresa reconocimiento positivo por los resultados, se elogia genuinamente y se manifiestan emociones positivas con el lenguaje corporal (se sonríe, se toca, hay contacto visual). Además se reitera que se reconoce que es importante para el otro y porqué. Una acción poderosa es sugerir celebrar los pequeños triunfos y preguntar al otro cómo quiere celebrarlo.
Sin quererlo o de manera inconsciente, podemos caer en cualquiera de los cuatro estilos, por eso es importante comenzar a poner atención a tu estilo de comunicación y a la manera en la que escuchas y respondes a las personas importantes en tu vida. No sólo a tu pareja, esto también se aplica a la comunicación con tus hijos, tus amistades y colegas.
Lo más importante para cultivar relaciones positivas es plantearnos la intención de celebrar las cosas positivas, haciendo una pausa y mostrando nuestro entusiasmo, nuestro involucramiento y nuestro interés de una manera genuina. Esto nos permitirá conectarnos a un nivel más profundo y personal propiciando más relaciones positivas y un efecto de bienestar. Finalmente, te recomiendo echarle un ojo a mi curso Felicidad Activa, para mejorar tus relaciones.
Fuente:
Libro “Positive Psychology a Practical Guide” – Bridget Greenville Cleave