El “Deep Work” o trabajo profundo como habilidad para el alto desempeño

por Nora Taboada - 21 marzo 2022

Si deseas sobresalir en tus proyectos y alcanzar la excelencia en lo que haces, necesitas aprender a concentrarte con trabajo profundo. Trabajar con atención enfocada es lo único que te permitirá lograr un trabajo verdaderamente excepcional, ya sea que desees aprender un idioma, avanzar en tu carrera o emprender un negocio.

El autor de varios bestsellers en el NY Times y profesor en la universidad de Georgetown, Cal Newport, acuñó el concepto de Deep work para describir está habilidad de mantenerte concentrado con cierto nivel de profundidad y abstracción por un determinado periodo de tiempo.

Generalmente pasamos nuestros días fluctuando entre el trabajo profundo y el trabajo superfluo. Si no somos intencionales con el uso de nuestro tiempo y nuestra atención, puede ser que el superfluo acabe dominando nuestra agenda.

Por tal razón, la capacidad de realizar un trabajo profundo en un mundo distraído es cada vez más escasa. Y, al mismo tiempo precisamente por ser tan poco común, se vuelve cada vez más valiosa en nuestra economía.

¿Cuál es diferencia entre el trabajo profundo y el trabajo superfluo?

Trabajo Profundo

El trabajo profundo es una actividad profesional realizada en un estado de concentración enfocado que lleva tus capacidades cognitivas al límite superior. Estos esfuerzos crean un nuevo valor, mejoran tu habilidad sustancialmente y son difíciles de replicar.

Ejemplos de actividades de este tipo son: escribir un artículo, armar un reporte, analizar datos y hacer conexiones, crear una visión, planear, diseñar una presentación y su narrativa, crear una estrategia, etcétera.

Algunos beneficios del trabajo profundo son:

Mayor productividad.

-Mayor capacidad de concentración a largo plazo.

-Fomenta la creación y la capacidad de obtener ideas nuevas.

-Ayuda a resolver problemas más fácilmente.

-Combate la procrastinación.

Trabajo Superfluo

El trabajo superfluo son tareas de estilo logístico, no cognitivamente exigentes, que a menudo se realizan con un bajo nivel de concentración. Estos esfuerzos tienden a no crear nuevo valor en el mundo y son fáciles de replicar. Es más, los puedes hacer cuando estás distraído o haciendo otra cosa.  

Por ejemplo: clasificar y guardar los correos de tu inbox, atender a juntas de seguimiento o estatus de proyectos, hacer llamadas simples para arrancar las cosas, llenar una base de datos, etcétera.

Tanto hoy como en el futuro sabemos que el alto desempeño y la excelencia jamás se han alcanzado ni se alcanzarán quedándose en la superficie de las cosas. A medida que avance la digitalización y el flujo de información siga incrementando, la habilidad de aprender y dominar cosas complejas y difíciles se volverá crucial. Y para poder sobresalir en un mundo cada vez más competitivo y complicado necesitamos fortalecer el músculo de nuestra concentración y foco.

Aprende también 9 Maneras de ser más productivo.

4 Filosofías para utilizar el trabajo profundo

1. Monástica

Descripción: Así como los monjes se enclaustraban en una celda para terminar sus manuscritos, esta filosofía intenta maximizar los esfuerzos del deep work eliminando o minimizando las distracciones e interrupciones.

En acción: Se trata de bloquear casi todo tu tiempo haciendo trabajo profundo para terminar un proyecto de alto valor o impacto. Ejemplo: Tienes que terminar la presentación del presupuesto del siguiente año, por tanto pasas tu día laboral únicamente en actividades de alta concentración preparándote y rechazando todas las demás cosas que surjan en tu agenda. En pocas palabras, es un bloqueo total.

2. Bimodal

Descripción: Esta filosofía sugiere que dividas tu tiempo dedicando algunos bloques claramente definidos a trabajo profundo y dejando el resto abierto a todo lo demás.

En acción: El modo bimodal ocurre cuando divides tu tiempo anual, mensual o semanal, en trabajo profundo y trabajo superfluo. Ejemplo: Dedicas las mañanas del lunes y martes al trabajo profundo (reflexión, estrategia, planeación, creatividad) y el resto de la semana al trabajo superficial y táctico. O en periodos más largos, decides dedicar 3 días del trimestre fiscal a revisar y ajustar la estrategia, y el resto del tiempo te enfocas en asegurar la ejecución de esa estrategia.

3. Rítmica

Descripción: Esta filosofía sostiene que la forma más fácil de comenzar a tener sesiones de trabajo profundo es transformarlas en un simple hábito regular.

En acción: Ocurre cuando el ritmo de tu día combina actividades profundas y superfluas. Ejemplo: Decides dedicar las 2 primeras horas de la mañana para trabajo profundo, el medio día para juntas y reuniones y las tardes para trabajo superficial.

4. Periódica

Descripción: Esta filosofía propone el deep work siempre que puedas dentro de tu agenda.

En acción: Hay que tener la intención de practicar el trabajo profundo de forma esporádica cuando tu horario lo permita. Ejemplo: si se cancela una reunión o inesperadamente o terminas algo antes, dedica ese tiempo a un trabajo profundo que te ayude a avanzar en los proyectos de alto valor.

Referencias:

Newport, C. (2016)  Deep work: Rules for focused success in a distracted world. Grand Central Publishing

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