El Pensamiento Adaptativo Como Clave del Alto Desempeño
Según el psicólogo Anders Ericsson, autor de “Peak: The New Science Of Expertise” (Cumbre: La nueva Ciencia de la Pericia) y reconocido internacionalmente por sus investigaciones sobre el alto desempeño, el pensamiento adaptativo implica la capacidad de reconocer situaciones inesperadas, considerar rápidamente varias respuestas posibles y decidir cuál es la mejor.
Como es de esperar, esta habilidad es fundamental para situaciones críticas como por ejemplo un piloto de combate áreao o un neurocirujano. Si bien la mayoría de las personas con niveles adecuados de habilidad y competencia generalmente pueden desempeñarse bien en circunstancias rutinarias, es la capacidad de desempeñarse a un alto nivel en circunstancias impredecibles o estresantes lo que a menudo distingue a las personas competentes de los verdaderos expertos.
Volviendo al ejemplo del neurocirujano, imagina que en medio de un procedimiento operación inicia hemorragia cerebral inesperada; o imagina a un abogado litigante que puede modificar hábilmente su argumento y estrategia ante pruebas o testimonios inesperados. Estas situacione no sólo denotan la necesidad de pensar bien sino también de pensar con flexibilidad y rapidez; en otras palabras, pensar de forma adaptativa.
“El pensamiento adaptativo se define como la habilidad de responder rápida e inteligentemente a las necesidades cambiantes del entorno”.
El pensamiento adaptativo representa la capacidad de las personas para ajustar sus pensamientos, perspectivas y comportamientos en respuesta a circunstancias cambiantes o nueva información.
Tips para desarrollar tu pensamiento adaptativo:
Convertirse en un pensador adaptativo requiere el desarrollo de nuevos patrones y hábitos, aquí te compartimos algunos consejos para hacerlo.
1. Aprende algo nuevo
Busca oportunidades de desarrollo profesional formales e informales por parte de tu empleador y por tu cuenta. El cambio puede seguir siendo un desafío, pero cuando estás preparado para probar cosas nuevas y re-imaginar los paradigmas existentes, el cambio no será tan intimidante.
2. Abraza la ambigüedad
Reconoce que no todos los problemas tienen soluciones claras. Brinda a los miembros del equipo oportunidades para probar cosas nuevas, incluso si no está 100% seguro de que tendrán éxito inicialmente.
3. Busca perspectivas diversas
Busca conversaciones con personas de diferentes orígenes, culturas y disciplinas. No es necesario que estés (y no estarás) de acuerdo con todas las perspectivas, pero estarás más informado e incluso se podría generar una chispa para tus propias ideas.
4. Practica el pensamiento reflexivo
Reserva tiempo para la reflexión, la introspección y el pensamiento profundo para evaluar tus pensamientos, suposiciones y procesos de toma de decisiones. Esta reflexión podría ser tan sencilla como liberar tu mente de preocupaciones y estrés antes de volver al trabajo. O podría servir para revisar situaciones laborales e identificar cosas que podrías haber hecho de otra manera.
5. Desarrolla la flexibilidad cognitiva.
Participa en actividades que requieran que utilices diferentes estilos de pensamiento o explora temas desconocidos. Por ejemplo, si sabes que tienes una fuerte preferencia por el pensamiento analítico, eso significa que prefieres trabajar con lógica, datos y cosas cuantificables. Para convertirte en un pensador más adaptable, puedes desafiarte a ti mismo a ser más abstracto e imaginativo cuando te enfrentes a un desafío espinoso. De manera similar, cuando enfrentes un problema de servicio al cliente, considera dejar de lado temporalmente los cálculos basados en datos para considerar el efecto en las relaciones con los clientes.
Referencias:
-Herrmann International (2022) How To Become An Adaptive Thinker.
-Wignall, N. (2019) Adaptive Thinking: How High-Performers Think When It Matters Most.