El Valor De La Escucha Activa En El Trabajo
¿Qué es la escucha activa?
Esta consiste no solo en escuchar lo que alguien dice, sino estar en sintonía con sus pensamientos, sentimientos y perspectiva. Esto convierte una conversación en interacción activa, no competitiva y bidireccional.
Robin Abrahams y Boris Groysberg de la Escuela de Negocios de Harvard describen la Escucha Activa como un proceso que tiene tres aspectos:
- Cognitivo: Prestar atención a toda información.
- Emocional: Mantener la calma, compasión, y reacción emocional durante la conversación.
- Conductual: Transmitir interés y compresión.
¿Sabes qué tipo de Escucha eres?:
Los autores Rebecca Minehart, Benjamin Symon y Laura Rock mencionan diferentes estilos entre los que debes poder alternar, según el tipo de conversaciones y las necesidades del orador.
Es importante reflexionar y preguntarse: “¿Cómo escucho habitualmente?” para poder identificar tu estilo natural y cómo puedes adaptarlo de acuerdo a las circunstancias.
- Un oyente orientado a las tareas se centra en la eficiencia y da forma a una conversación en torno a la transferencia de información importante.
- Un oyente analítico tiene como objetivo analizar un problema desde un punto de partida neutral.
- Un oyente relacional busca construir conexión, comprender y responder a las emociones subyacentes a un mensaje.
- Un oyente crítico suele juzgar tanto el contenido de la conversación como al propio hablante.
Una vez que reconoces tu estilo de oyente natural, puedes adaptar tu estilo conforme lo requiera la situación.
Tips para practicar la Escucha Activa:
Hay cinco elementos clave para escuchar activamente. Estos te ayudan a asegurarte de que escuchas a la persona y que esta sabe que estás escuchando lo que dice.
1. Presta atención.
Dale toda tu atención al orador y reconoce el mensaje. Reconoce que la comunicación no verbal también “habla” en voz alta.
- Mira al orador directamente a los ojos.
- Deja de lado los pensamientos que te distraigan. ¡No prepares mentalmente una refutación!
- Evita distraerte con factores ambientales.
- “Escucha” el lenguaje corporal del orador.
- Abstente de tener conversaciones paralelas cuando escuches en un entorno grupal.
2. Demuestra que estás escuchando.
Utiliza tu propio lenguaje corporal y gestos para transmitir tu atención.
- Asiente con la cabeza de vez en cuando.
- Sonríe y utiliza otras expresiones faciales.
- Observa tu postura y asegúrate de que sea abierta y acogedora.
- Anima al orador a continuar con pequeños comentarios verbales como “Sí” y “Ajá”.
3. Ofrece retroalimentación.
Nuestros filtros, suposiciones, juicios y creencias personales pueden distorsionar lo que escuchamos.
- Como oyente, tu papel es comprender lo que se está diciendo.
- Esto puede requerir que reflexione sobre lo que se está diciendo y haga preguntas.
- “Lo que estoy escuchando es” y “Parece que estás diciendo” son excelentes formas de reflexionar.
- Haga preguntas para aclarar ciertos puntos. “¿Qué quieres decir cuándo dices?”, “¿Es esto lo que quieres decir?”.
- Resume los comentarios del orador periódicamente.
- Si te das cuenta de que respondes emocionalmente a lo que alguien dijo, díselo y pide más información: “Puede que no lo esté entendiendo correctamente…”
4. No juzgues
Interrumpir es una pérdida de tiempo. Frustra al orador y limita la comprensión total del mensaje. Permite que el orador termine de elaborar sus ideas y no interrumpas con contra-argumentos.
5. Responde apropiadamente.
Escuchar activamente es un modelo de respeto y comprensión. Significa que tú estás adquiriendo información y perspectiva por lo tanto no agrega nada atacar al orador o menospreciarlo de alguna otra manera.
- Sé franco, abierto y honesto en tu respuesta.
- Afirma tus opiniones con respeto.
- Trata a la otra persona como le gustaría que la trataran.
Referencias:
-Mind Tools. (n.d.). Active listening. Mind Tools.
-Gallo, A. (2018). The value of listening. Harvard Business Review.